Exposición y protección solar


Cubrirse con ropas todo el cuerpo nos dificulta el contacto con la radiación solar UVB necesaria para producir vitamina D3. De la misma manera que lo hace el uso de protector/bloqueador solar que cumpla con las recomendaciones de cobertura en piel y reposición en tiempo.



Te extraigo de mi libro VitaminaDos:

«Ya hemos visto que no es cierta la afirmación de que exponiendo el rostro y las manos unos minutos puede ser suficiente para obtener vitamina D, pero veamos qué se encontró en un estudio realizado en Kuwait, donde abunda el sol, con una latitud 29° norte, y donde los hombres y las mujeres cubren casi la totalidad de sus cuerpos con vestimenta, excepto las manos y el rostro. Se encontró que los niveles de vitD eran deficientes tanto en los usuarios de protectores solares como en los que nunca los habían usado. Aunque la deficiencia fue mayor en quienes usaban fotoprotectores, la diferencia entre los 2 grupos fue estadísticamente insignificante.

Por otra parte, en adolescentes egipcios sanos de entre 14 y 18 años que acudían a escuelas de secundaria, se encontró que las chicas tenían mayor prevalencia de deficiencia de vitamina D que los chicos, concretamente del 100 %. Se consideró que podía ser por la actividad física restringida en las mujeres, el uso continuado de ropa conservadora, y el empleo de bloqueador solar para evitar el oscurecimiento de la piel en cara y manos.»

Al respecto de la revisión de estudios sobre exposición solar y sobre uso de bloqueador/protector solar también comparto la información revisada y actualizada en el libro.


De la teoría a la práctica

Quiero agradeceros a quienes me escribís (y mis disculpas porque no os leo a todos) informándome de vuestros niveles séricos de vitD tras poner en práctica todo lo aprendido con el libro VitaminaDos. Algunos los he compartido en RRSS y alguno ha querido ser identificado.

Sin suplementación estamos viendo niveles de 75-90 ng/ml entre primavera y otoño para aquellos que se exponen a diario tiempo suficiente, esto equivaldría a tomar dosis de entre 8.000 y 10.000 UI/día para la mayoría de personas sin obesidad, y recuerda a los datos recogidos en décadas del 70 y 80 del s.XX. Lo más habitual es encontrar alrededor de 50 ng/ml, bien por exposición menor, bien por un combinado entre edad y superficie expuesta, bien por la estación en la que se mide si se aleja del verano. También pueden coexistir estados inflamatorios, peor alimentación y estado nutricional, que consideramos en consulta con el seguimiento de pacientes.

Pienso en aquellos de la vieja escuela sobre vitD que consideran ficción tener 40 ng/ml sin suplementación, y que de conseguirlo esparcen el miedo a un peligro de hipercal-cemia/ciuria y nefrolitiasis. Achacan casos de toxicidad a la vitD sin diferenciar si es por uso de calcifediol o colecalciferol, si es en bolos quincenales/mensuales o con administración diaria, sin considerar si el paciente tiene hiperparatiroidismo primario (porque no se mira la PTH en algunos casos ni con calcio elevado en sangre y litiasis renal) u otras condiciones de riesgo, sin considerar si se le ha prescrito tiazídicos y/o calcio como caramelos.

Nos encontramos en un escenario de facultativos sin protocolos de estilo de vida adecuados, sin saber cómo proceder para el manejo clínico de la vitamina D sin riesgos, sin una valoración amplia incluyendo una valoración nutricional de conjunto, y sin contacto ninguno con la realidad y seguimiento bioquímico en pacientes. Para tapar esto se perpetúa la idea de que suplementar vitamina D (incluso en mitad de dosis consideradas sin efectos adversos observables tras revisión de estudios y niveles NOAEL establecidos por la EFSA) lleva a la toxicidad y es muy peligroso.

Los alumnos del «Curso avanzado en vitamina D, salud y enfermedad ‒ VitaminaDos«, médicos y nutricionistas clínicos, así lo corroboran a su llegada.