
Cuando nos besamos compartimos microbiota y ésta guarda una estrecha relación con la salud. Por eso cuidarla es cuidarte y cuidar a quien besas.
Veamos algunos ejemplos de lo que podemos encontrarnos:
》 P. GINGIVALIS, T. FORSYTHIA y T. DENTICOLA considerados los principales microbios patógenos responsables de la periodontitis, su cronicidad se relaciona con enfermedad de Alzheimer contribuyendo a la neuroinflamación y producción de proteínas amiloides.
》 PARVINOMAS MICRA, bacteria de la cavidad oral que habita en el espacio subgingival. Ha sido encontrada también en hígado e intestino de pacientes con cáncer colorrectal. Se estudia su relación con la agresividad y desarrollo del cáncer.
》 HELICOBACTER PYLORI, una bacteria que habita el epitelio gástrico en 2/3 de la población y que puede provocar gastritis, úlceras y cáncer de estómago, además de anemia y malabsorción de nutrientes. Se puede transmitir por la saliva boca a boca.

¿CÓMO CUIDARNOS? Te dejo aquí 7 consejos:
1. Una buena higiene bucodental para disminuir la presencia de estos microorganismo en la placa dental y la saliva.
- Cepillar los dientes tras cada comida. Usar el hilo dental para completar.
- Realiza enjuagues bucales antes de acostarte y al levantarte, con productos germicidas que respeten la microbiota oral beneficiosa (no los colutorios comerciales). Por ejemplo el aceite ozonizado o de árbol de té son antifúngicos y germicidas, y cuidan la mucosa bucal. Basta con un par de gotas con agua.
- Al respecto, Marisa García Alonso en sus RRSS (@marisagalonso en IG) nos mostró hace poco desde su laboratorio farmacéutico como el de árbol de té respeta las poblaciones de lactobacilos tan beneficiosas. Para el aceite ozonizado todavía no ha podido comprobarlo por la dificultad que entraña su densidad en el cultivo.
2. Mantener niveles de vitamina D de mínimo 40 ng/ml hacia arriba. Esto garantiza la producción de péptidos antimicrobianos, modula la microbiota bucal para su equilibrio, reduce los marcadores inflamatorios y previene el desarrollo de caries dental.
3. Hacer respiración nasal, evitando dormir con la boca abierta que reseca la cavidad oral y propicia un aumento de suciedad, inflamación y lesión.
4. Asegura en tu alimentación un buen suministro de proteínas, vitamina A, C, D y K, y minerales como el zinc, magnesio y calcio.
5. Lee divulgación de odontólogos como Eider Unamuno (@eider_unamuno en IG) y su 2º libro: “La boca no se equivoca. Descubre la relación entre la salud bucal y tu bienestar.”, recientemente publicado. Yo ya lo tengo para mi próxima lectura.
6. Consume alimentos fermentados ricos en lactobacilos que al colonizar la boca evitan la formación de placas de bacterias patógenas y ayudan a regular el pH. Yo por ejemplo estoy ya “enganchada” al consumo diario de kéfir de agua, gracias al regalo de nódulos que me hizo Javi Maeztu (@javi.maeztu en IG) y a su buena divulgación sobre fermentados. Tiene varios libros, el último “Entre fermentos”.
7. Puedes ayudarte de formulaciones de probióticos más específicas como Lautoselle de Nutribiótica (@nutribiotica en IG) pues contiene lactobacilos como L. rhamnosus LR32 que ha demostrado tener actividad antimicrobiana contra patógenos periodontales. Como ellos dicen: “es importante saber decidir con quién queremos compartir nuestra microbiota” (💋💋💋).

Nutricionista clínica especializada en Inmunología nutricional y de estilo de vida. Inmunonutrición y terapéutica clínica con vitamina D.
Consulta clínica, docencia universitaria y divulgación. Prevención y abordaje de enfermedades y desórdenes propios del desarrollo en ambientes malsanos, de alteraciones en la inmunidad y procesos inflamatorios.
Graduada Univ. en Nutrición Humana y Dietética. Experto Univ. en Inmunonoutrición y Análisis clínicos. MSc Educación para la Salud. MEd Psicología aplicada a la Educación y la Salud. Coach Sanitaria certificada por AICOSAN.
Libros: «VitaminaDos. Disfruta de una vida más saludable gracias a la vitamina D», «María y Coco en Vitaminápolis. Descubre los superpoderes de las vitaminas».