Vitamina C: cuando más no suma


La vitamina C logró reconocimiento por su capacidad de prevención del escorbuto, posteriormente fuimos sabiendo más de ella, de su capacidad para influir en el múltiples procesos metabólicos y celulares como antioxidante y como cofactor enzimático, con la particularidad de salvaguardar la integridad del genoma. Y con ello su reconocimiento en el papel que juega en la salud y enfermedad fue más allá de lo que se entendía inicialmente.

Veamos algunos procesos en los que participa:

  • En el estado de metilación del ADN y en las histonas en las células de los mamíferos.
  • En la síntesis de colágeno, carnitina y colatecolaminas.
  • En la síntesis de neurotransmisores y hormonas peptídicas.
  • En la protección de moléculas lipídicas, proteicas e incluso carbohidratos, indispensables para el organismo.

Todo nutriente ha de buscarse en la cesta de la compra y en el menú diario, y si no es posible conseguirlo en cantidades suficientes analizar por qué, tratando de hacer las mejoras oportunas en la persona y en el ambiente (agricultura, medios de producción y conservación, preparación y presentación culinaria, etc). En ocasiones hemos de recurrir a complementos nutricionales, siendo uno de los más demandados los que contienen esta vitamina, pero…

  • ¿Tiene sentido encapsular esta vitamina y tratarla como un fármaco?, ¿en qué casos?
  • ¿Es realmente útil tomar altas dosis concentradas?


Altas dosis

Por altas dosis nos referimos a aquellas muy superiores a las que podríamos obtener a través de una alimentación saludable y variada sin necesidad de fortificar los alimentos ni recurrir a complementos o suplementos, por ejemplo: 500 mg, 1 g, 2 g.

    Los médicos en ocasiones incluyen altas dosis de vitamina C en su consejo médico o prescripción.

    Altas dosis de vitamina C concentradas en comprimidos son comúnmente usadas en deportistas, fumadores, procesos catarrales o previos al cambio de estación fría, procesos infecciosos, estreñimiento, gingivitis, colagenopatías o conectivopatías, enfermedades inflamatorias y vasculares, etc.

A pesar de su popularidad la vitamina C ‒como muchas cosas en la vida‒ parece responder a la premisa de que «más no suma», no aporta, incluso podría restar…



Cuando más no suma

Aproximadamente el 70% – 90% de la vitamina C se absorbe a ingestas moderadas de 30 – 180 mg / día

    TASA DE ABSORCIÓN DISMINUIDA: Conforme aumentamos la cantidad de vit.C ingerida disminuye la tasa de absorción, especialmente cuando sobrepasamos los 400 mg, y llegados a 1 g / día la absorción cae a menos del 50%.

    EXCRECIÓN AUMENTADA: Conforme aumenta la concentración de vit.C en sangre la excreción en orina aumenta, por lo que si ponemos el foco solo en aumentar las dosis en el mejor de los casos conseguiremos un ligero aumento de ácido ascórbico, que al no ser metabolizado es excretado en la orina. 



Concentraciones

La concentración de ascorbato (vit.C) en el plasma alcanzan un estado estable en concentraciones entre 60 y 80 micromoles / L. Esto se observa normalmente en dosis de 200 a 400 mg / día en adultos jóvenes sanos, distribuidas a lo largo del día.

Como excepción: comentaré que hay ciertas evidencias limitadas que sugieren que las personas que portan ciertos polimorfismos genéticos (variación en la secuencia de un lugar determinado del ADN, o mutación genética relativamente común en la población) que están implicados en el transporte de la vitamina C y los mecanismos de desintoxicación, pueden tener menores concentraciones de vit.C en el plasma incluso con altas ingestas de esta vitamina. Todavía nos queda por conocer más sobre ello.

Biodisponibilidad

Si queremos mantener concentraciones séricas máximas asegurando la biodisponibilidad de la vit.C, debemos buscarla en los alimentos ricos en esta vitamina, o en su defecto en suplementos con concentraciones moderadas, repartiendo las tomas a lo largo del día cada 4 – 5 horas aproximadamente.

    Dosis máxima de 200 mg dos veces al día, puede ser la forma óptima en personas sanas o con requerimientos ligeramente aumentados (tipo fumadores, estrés crónico, ejercicio físico intenso). Para hacernos una idea de cuánto supone en la práctica alimentaria obtener 200 mg, tomemos de referencia algunas frutas:

      • Una naranja aporta entre 50 – 100 mg.
      • Un kiwi verde entre 75 – 85 mg.
      • Un kiwi dorado entre 120 – 160 mg.
      • Las cantidades dependen del tamaño de la pieza, o factores como hacia dónde se orientaba la fruta en el árbol, el tipo de suelo en que creció, o el grado de madurez alcanzado en el árbol antes de su recolección.

    Cada 4 – 5 horas especialmente en condiciones patológicas en las que la vit.C juega un papel importante, y por ello los requerimientos son mayores. Sabemos que los pacientes quirúrgicos tienen altos requerimientos de vit.C y se requiere suplementación con > 500 mg / día para restaurar el estado normal. Por otra parte, se sospecha que el agotamiento de la vit.C durante una enfermedad o trauma, agudo o crónico, pueda contribuir a potenciar los síntomas de dolor, y su administración en altas dosis ha conseguido efectos analgésicos moderados. Para ello se requiere de la administración intravenosa.

    En vegetarianos y casos de anemia ferropénica hay que asegurarla en todas las comidas principales, ya que la vit.C mejora la biodisponibilidad del hierro de los alimentos al mejorar la absorción intestinal del hierro no hemo contenido en alimentos vegetales como las lentejas.

Fuentes alimentarias: guayaba, kiwi dorado (alta concentración), kiwi verde, naranja, limón, lima, mandarina, fresa, pimiento rojo (alta concentración), pimiento verde en crudo, brócoli, col rizada, perejil.

Como excepción: La administración de vit.C vía intravenosa se salta el control de absorción en el intestino, de modo que se pueden alcanzar concentraciones muy altas de vit.C en el plasma, pero ha de tenerse en cuenta que en unas pocas horas la excreción renal restaura las concentraciones basales del plasma. Puede ser útil para el tratamiento del dolor crónico o severo, mejorando la acción analgésica, ahorrando opioides y reduciendo los efectos adversos de estos.



Distribución de la vitamina C en el organismo

La vitamina C se reparte en el organismo:

  • En niveles altos (concentraciones milimolares): en células y tejidos, y son más altos en leucocitos o glóbulos blancos (células inmunitarias), ojos, glándulas suprarrenales, glándula pituitaria y cerebro. 
  • En niveles relativamente bajos (concentraciones micromolares): en fluidos extracelulares, como plasma, glóbulos rojos y saliva.
  • En total el contenido corporal varía de 300 mg (casi escorbuto) a aproximadamente 2 g.

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BIBLIOGRAFÍA

》 Padayatty SJ, Sun H, Wang Y, et al. Vitamin C pharmacokinetics: implications for oral and intravenous use. Ann Intern Med. 2004;140(7):533-537. 

》 Levine M, Wang Y, Padayatty SJ, Morrow J. A new recommended dietary allowance of vitamin C for healthy young women. Proc Natl Acad Sci U S A. 2001;98(17):9842-9846.

》 Levine M, Conry-Cantilena C, Wang Y, et al. Vitamin C pharmacokinetics in healthy volunteers: evidence for a recommended dietary allowance. Proc Natl Acad Sci USA. 1996;93(8):3704-3709. 

》 Michels AJ, Hagen TM, Frei B. Human genetic variation influences vitamin C homeostasis by altering vitamin C transport and antioxidant enzyme function. Annu Rev Nutr. 2013;33:45-70.

》 Anitra C. Carr, Cate McCall. The role of vitamin C in the treatment of pain: new insights. J Transl Med. 2017;15:77.


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María Hernádez Bascuñana (col. CV320)
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