
La vitamina D puede actuar en casi todas las células del sistema inmunitario, así como en las células epiteliales de muchos órganos como el intestino, el páncreas, la próstata, los pulmones y los cardiomiocitos.
Además, algunas células inmunitarias (incluidas las células dendríticas, los macrófagos y las células B y T) pueden producir la forma potencialmente activa de la vitamina D sin necesidad de pasar por una conversión renal como tradicionalmente se ha enseñado en las facultades de ciencias médicas y de la salud.
Esta forma potencialmente activa logra su actividad al unirse a los receptores de la vitamina D presentes en múltiples células, órganos y tejidos. Con ello se regula la expresión de genes implicados en las respuestas inmunitarias, incluidos los que codifican la síntesis de citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias.
La vitamina D también afecta a la diferenciación y maduración de las células del sistema inmunitario. Al inhibir las vías del factor nuclear kappa B (NF-κB) y de la proteína quinasa activada por mitógenos (MAPK), reduce la expresión de genes proinflamatorios.

Estos efectos resaltan el potencial de la vitamina D como agente terapéutico en el tratamiento de múltiples enfermedades inflamatorias, entre ellas trastornos autoinmunes, enfermedades cardiovasculares, diabetes, síndrome metabólico, cáncer, enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, depresión y enfermedad inflamatoria intestinal.
Aunque la vitamina D funciona con diferentes mecanismos antiinflamatorios en cada una de estas enfermedades, existen algunos mecanismos de acción que son comunes a todas.
La evidencia que respalda la asociación entre el estado de vitamina D y varias condiciones inflamatorias es convincente y sugiere que mantener niveles adecuados de vitamina D puede ser crucial para prevenir y controlar enfermedades caracterizadas por inflamación crónica.
Las futuras investigaciones deberían centrarse en realizar ensayos clínicos bien diseñados para establecer estrategias de dosificación y protocolos de tratamiento óptimos. Además, las iniciativas de salud pública destinadas a aumentar la concienciación sobre la vitamina D y la suplementación podrían desempeñar un papel vital en la mejora de los resultados generales de salud y la reducción de la carga de enfermedades.
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Fuente: Fenercioglu, A.K. The Anti-Inflammatory Roles of Vitamin D for Improving Human Health. Curr. Issues Mol. Biol. 2024, 46.

Nutricionista clínica especializada en Inmunología nutricional y de estilo de vida. Inmunonutrición y terapéutica clínica con vitamina D.
Consulta clínica, docencia universitaria y divulgación. Prevención y abordaje de enfermedades y desórdenes propios del desarrollo en ambientes malsanos, de alteraciones en la inmunidad y procesos inflamatorios.
Graduada Univ. en Nutrición Humana y Dietética. Experto Univ. en Inmunonoutrición y Análisis clínicos. MSc Educación para la Salud. MEd Psicología aplicada a la Educación y la Salud. Coach Sanitaria certificada por AICOSAN.
Libros: «VitaminaDos. Disfruta de una vida más saludable gracias a la vitamina D», «María y Coco en Vitaminápolis. Descubre los superpoderes de las vitaminas».