Después de una cirugía es CRUCIAL aumentar el APORTE PROTEICO para:
- Favorecer la cicatrización y formación de nuevo tejido tras la reparación de los tejidos dañados durante la cirugía.
- Para la actividad del sistema inmunitario, combatir infecciones y reducir el riesgo de complicaciones postoperatorias.
- De no ser así el tiempo de recuperación es mayor, pudiendo alargarse de 1 a 2 días de hospitalización o darse complicaciones al alta.
Es recomendable consumir entre 1,2–1,5 g de proteína por kg de peso corporal al día. Al menos respetar mínimo 1 g / kg:
- Para alguien de 60 kg supone entre 60–85 g de proteína.
- Para alguien de 80 kg entre 80–120 g de proteína.
- Si solo te dan 1 yogur al día + caldos claros SOLO obtienes 5 g de proteína. ▶ ¡¡Lo que me dieron a mí!!
Solución: La PROTEÍNA EN POLVO de alto valor biológico y de sabor neutro, especialmente el aislado de suero lácteo de fácil absorción, es útil para cubrir las necesidades proteicas.
- Puedes agregarlo a sopas, infusiones, zumos, leche o cremas.
- Informa a tu médico de esta acción (porque no todas las personas pueden, aunque sí la mayoría).
- Apórtarlo tú, si no espérate sentada a que cubran esta necesidad clínica-nutricional.
Yo creía que los médicos en general, aunque no cursen un máster de nutrición clínica, algún conocimiento tendrían en temas básicos de los que depende la buena recuperación y curso tras la cirugía, más allá de indicar si poner una dieta líquida, semiblanda, blanda o basal. Pues NO.
En mis recientes «vacaciones» hospitalarias, durante días de dieta de aguas tipo infusión, caldo claro (sin nada), zumo no natural (agua + azúcar y vitamina C agregada), no había NADA de proteína hasta que llegó el primer yogur ( ▶ ¡5 g de prot para 1 día!) Y mi desagradable sorpresa fue que, al informar al médico de turno (que decidía mi tipo de dieta) sobre que yo agregaría proteína a los caldos, recibí la respuesta de «(risas) por un día que no tomes no te va a pasar nada (risas)» (minimizando el impacto negativo de varios días a uno, y como si se tratase de un culturista que deja de tomar su batido proteico temporalmente).
Ármate de paciencia, proteína y probióticos como mínimo…
Otras cosas a considerar:
❯ Si eres mayor de 50-60 años, o persona con hiperlaxitud del tejido conectivo, o con colagenopatías, o incluso en cualquier perfil frente a una cirugía, te recomiendo aportar tan pronto sea posible GLICINA*, un aminoácido fundamental en la formación del colágeno que compone tus tejidos, mucosas, membranas y vasos sanguíneos, el cual está limitado en la síntesis y en el aporte alimentario. Tus cicatrices tienen que consolidarse en tejido conectivo maduro y para eso necesitan de más glicina.
❯ Si hay daño en el revestimiento intestinal, tan pronto como sea posible aporta a diario L-GLUTAMINA*, aminoácido que actúa en la reparación y hace de sellador ante una hiperpermeabilidad intestinal con alta inflamación. Ha mostrado ser más efectiva que la caseína que aportan algunos batidos proteicos que a veces facilitan en hospital. Te puede ahorrar un futuro síndrome de intestino irritable.
*Consulta con tu nutricionista clínica cantidades y formas de uso.
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NOTAS:
Informa a tu médico de lo que vayas a hacer fuera de protocolo de forma justificada, pero infórmate bien previamente de cómo proceder con el profesional adecuado y estate preparada para oír de todo si no saben de qué les hablas o creen que tú no sabes.
A mi cirujana le informé de mi ingesta de proteínas y toma de probióticos inmediata y ningún problema ni juicio negativo. También hablamos de alternativa a los antiinflamatorios/analgésicos farmacológicos tras el alta hospitalaria, ya que éstos pueden DIFICULTAR LA REGENERACIÓN DE TEJIDOS y es algo de lo que estaba al tanto.
Respecto a los dietistas-nutricionistas brillan por su ausencia en planta de hospital y si alguno hay (y no me refiero al enfermero que se autodenomina «nutricionista» asumiendo funciones que no le corresponden) están bastante limitados en sus procedimientos.
Deseo que esta información te pueda ser útil
Nutricionista clínica especializada en Inmunología nutricional y de estilo de vida. Inmunonutrición y terapéutica clínica con vitamina D.
Consulta clínica, docencia universitaria y divulgación. Prevención y abordaje de enfermedades y desórdenes propios del desarrollo en ambientes malsanos, de alteraciones en la inmunidad y procesos inflamatorios.
Graduada Univ. en Nutrición Humana y Dietética. Experto Univ. en Inmunonoutrición y Análisis clínicos. MSc Educación para la Salud. MEd Psicología aplicada a la Educación y la Salud. Coach Sanitaria certificada por AICOSAN.
Libros: «VitaminaDos. Disfruta de una vida más saludable gracias a la vitamina D», «María y Coco en Vitaminápolis. Descubre los superpoderes de las vitaminas».